A partir de las lecturas de Guash y Ponce (¿Qué significa intervenir educativamente en desadaptación social?), y de Amonós y Ayerbe (Intervención educativa en inadaptación social?), explicaré el último referente a tratar, el referente interactivo.
Pulse aquí para ver la explicación del referente interactivo.
Una vez dicho esto, tengo que admitir que es el referente que mas se adecua a mi forma de pensar, ya que desde mi punto de vista, una persona podrá estar o no desadaptada, dependiendo de su capacidad para enfrentarse a determinadas situaciones. De esta manera, creo que el peso de la desadaptación recae en la relación entre individuo y medio, y en cómo el individuo interpreta la situación. Por ejemplo, un individuo que va en silla de ruedas y quiere acceder a un bar, encontrará el problema desde mi punto de vista en la conjunción de factores extrínsecos e intrínsecos, personales y relacionales, y no en el mero hecho de que no exista rampa para poder acceder. Soy partidaria del “Si quiero, puedo”. Así, pienso que da igual como sea el individuo y sus características, da igual como sea el medio en el que se desenvuelve, lo importante es que exista comunicación entre el individuo y su entorno.

Así, podremos deducir que nuestro trabajo es variable, ya que aunque existen unas pautas generales de intervención (determinar las características de la persona y de su medio, análisis del contexto social y educativo, determinar que factores generan o mantienen la desadaptación, y elaborar un plan de intervención), no podremos utilizar el mismo plan de intervención para una misma situación, de manera que lo que funciona hoy puede no funcionar mañana. Por tanto, aunque nuestro puesto exige manipular a las personas, tendremos que discernir con qué criterios manipulamos dependiendo de la situación.
Al explicar esto me surge una duda, ¿Negarse es una opción al no saber intervenir?
A veces nos encontraremos con situaciones en las que no tenemos el conocimiento suficiente para intervenir, nos crea desconfianza, o no sabemos como prestar ayuda. Pero, desde mi punto de vista, intervenir no significa solamente prestar ayuda directamente, sino también, buscar ayuda o recursos en otras instituciones o profesionales para paliar una situación conflictiva.
Por tanto, pienso que negarse no es una opción al no saber intervenir, puesto que, si no sabemos intervenir, siempre nos queda la opción de buscar quién pueda realizar una correcta intervención. Para terminar, Al igual que yo, estoy segura de que alguien se habrá preguntado, ¿para qué sirven los referentes?
Pues bien, tendremos que decir, que a partir de los referentes podremos saber el pensamiento de algunas personas y conocer los perfiles de los sujetos (en función de lo que piensan de la desadaptación social). Además, como nos habremos dado cuenta alguna vez al observar el propio conocimiento humano y nuestra interacción, la gente tiene distintas visiones. Así, al igual que el pensamiento de algunos profesionales con respecto a ciertos temas (como por ejemplo en educación, el concepto de determinismo biológico que tenga la profesora) es importante; en nuestra intervención también será importante el concepto que nosotros mismos y que nuestros sujetos de intervención tengan de la “desadaptación”. Por tanto, podremos decir, que nuestra intervención dependerá en cierta medida de lo que pensemos en torno a los referentes.
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