domingo, 15 de enero de 2012

EPD 5 (II parte). Sesión 28 de noviembre. Exposición grupal.


Siguiendo con la entrada anterior, tendré que decir, que en la sesión del 28 de noviembre, mis compañeros realizaron una segunda exposición; “Inmigrantes refugiados, ese fue el tema”.

A continuación, intentaré hacer una breve síntesis del contenido tratado en la clase práctica de este día, y daré mi punto de vista en torno al tema en cuestión. 

Inmigrantes refugiados.

En primer lugar, podremos decir que inmigrante refugiado es cualquier persona que se encuentre fuera de su país de nacionalidad, o en el caso de no tener nacionalidad específica, se encuentre fuera del país donde habitualmente reside y no puede o no quiere regresar a ese país y, no puede o quiere protegerse allí, debido a persecución o a un temor fuertemente fundamentado de persecución por razones de raza, religión, nacionalidad, etc.

De esta manera, existen distintos tipos de inmigrantes refugiados, entre los que podemos encontrar:

-          Desplazados internos: Son aquellos que se refugian en otro lugar dentro de su propio país.
-          Refugiados en campamentos: Son aquellos que abandonan su país solicitando asilo y protección en otra nación, refugiándose en campamentos, y sin llegarse a integrar en el país.
-          Refugiados y solicitantes de asilo en área urbana: Refugiados extranjeros que tratan de pasar desapercibido en el área urbana
-          Refugiados presos: Son aquellos refugiados que terminan en prisión en otros países.
-          Refugiados apátridas: Personas sin estado que sufren al ver cómo se les niega el retorno a su hogar y la nacionalidad.


Por otro lado, entre los rasgos que caracterizan a este colectivo encontramos:

-          Cuentan con una falta de recursos en sus países
-          Se endeudan para llegar a nuestro país
-          Llegan de forma irregular y en condiciones pésimas
-          Hay mayor número de hombres inmigrantes
-          La mayoría de inmigrantes son jóvenes
-          Suelen ocupar los trabajos peor remunerados

Una vez he delimitado el colectivo, me detendré a reflexionar sobre el mismo.

Si por un momento nos paramos a pensar en las dificultades con las que se encuentra este colectivo en nuestro país, nos daremos cuenta de que son numerosas.
Deben abrirse camino en un mundo desconocido sin tener conocimiento del idioma ni de la cultura de ese país, y contando con escasos recursos para desenvolverse.
¿Te imaginas en esta situación?
Pues por si fuera poco, aún tienen que toparse con un problema más, al rechazo de los ciudadanos autóctonos, ¿o acaso no es así?

En un contexto de democracia y de auge económico, en los últimos años España ha pasado de ser un país emigrante a ser un país de receptor. Además, presume de ser un país donde prima el pluralismo cultural y la interculturalidad, y de haber reconocido a los inmigrantes una serie de derechos como el derecho a ser provistos de documentos que les permitan salir del país, o  derecho a recibir el mismo trato que los nacionales.  
¿Pero esto es así en la práctica?
Desde mi punto de vista no.

Por desgracia, en pleno siglo XXI, aún siguen existiendo en nuestra sociedad prejuicios, estereotipos, conductas racistas o xenofobia, así como personas que ven  en los inmigrantes que llegan a nuestro país un rival. Es fácil escuchar en nuestro día a día comentarios  que defienden que los inmigrantes sólo pretenden quitarnos el trabajo, o que deberían marcharse a su país.

En cuanto a los derechos, desde mi punto de vista sólo se reconocen desde un punto de vista teórico, ya que en la práctica todos sabemos las trabas que existen a la hora de hacerlos efectivos. Las trabas existentes a la hora de reconocer la nacionalidad a los inmigrantes, o las restricciones en algo tan fundamental como es el derecho al voto, son muestras de ello.

Por otro lado, cuando escuchas la palabra inmigrante, probablemente pensarás en una persona extranjera que cuenta con escasos recursos. Y es que, en la mayoría de los casos, no se ve como inmigrantes a aquellas personas con altos recursos económicos o trabajos de alto prestigio (como los futbolistas). Por tanto, cabe destacar que se difiere en el trato y en la consideración de los inmigrantes según su nivel económico o el estatus que se le reconoce.

Si nos centramos en la figura del educador social, desde mi punto de vista, el educador social deberá dotarse de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para desarrollar una sociedad intercultural. Así, en estos contextos de inmigración y multiculturalidad, el educador social deberá hacer de mediador social entre la ciudadanía y los inmigrantes, así como entre la administración y los foráneos. El educador social deberá mediar no solo en la incoporación socioeconómica y residencial del extranjero al nuevo contexto, sino que además deberá asegurar el acceso real y paritario de todos ellos a los recursos sociales.
En lo referente a las relaciones sociales, el educador social deberá encargarse también de que exista convivencia efectiva entre autóctonos y extranjeros: desde la superación
de estereotipos, prejuicios, recelos y miedos, hasta la evitación, prevención y resolución de conflictos, pasando por la difícil consecución del reconocimiento y comprensión del otro como interlocutor y del establecimiento de comunicación real.


En definitiva, parece que la gente se sigue olvidando de que la diversidad es una fuente de enriquecimiento. Desde mi punto de vista, debemos conseguir que se respeten los derechos fundamentales en todos los países, y que se cubran las necesidades básicas de las personas para poder sobrevivir.

Si eres de los que piensan que cada uno deberían estar en su país, te invito a ver el siguiente video, que cuenta el testimonio de algunos inmigrantes refugiados en España, que espero que te ayude a reflexionar. 



No hay comentarios: