viernes, 27 de enero de 2012

Sesión 11 de enero. “Nuevas formas y modelos de intervención”


Continuando con entradas anteriores, y a partir de la lectura del documento” ¿Qué significa intervenir educativamente en desadaptación social?” De Guasch y Ponce, en la presente entrada, me detendré a dar respuesta a una pregunta principal:

¿Cómo se está abordando ahora mismo la intervención?

En primer lugar, destacar, que en las dos últimas décadas se ha producido un fuerte revisionismo de los modelos tradicionales de intervención.

En los años 70 y 80, la impresión a la hora de trabajar desde lo social, es que nada funcionaba. Los modelos positivistas, no lograban frenar la conflictividad social y personal, el encarcelamiento de los modelos liberales no conseguían los efectos rehabilitadores que perseguían, los tratamientos psicológicos no lograban ser efectivos para los problemas de desadaptación social, y las acciones preventivas y los programas educativos tampoco funcionaban.  

Fue entonces, cuando la comunidad de expertos comenzaron a preguntarse por qué es lo que funciona, y cuando se comenzaron a realizar una serie de investigaciones entre las que destacan las de Ross y Fabiano (1985).

Estos autores, defienden que las formas tradicionales de conceptualizar la desadaptación social no son totalmente erróneas. Además, explican que a lo largo del proceso de socialización el individuo va adquiriendo habilidades de tipo cognitivo que le permiten interaccionar con su medio y con los demás de una manera positiva, y que si durante este proceso el niño se ve expuesto a patrones conductuales y a influencias sociales que nada o poco tienen que ver con la conducta socialmente adaptada, difícilmente aprenderá a hacer uso de tales habilidades.

Por otro lado, Ross y Fabiano, identifican cuáles son las habilidades cuyo déficit mantiene las causas de la desadaptación, entre las que encontramos:
-          Autocontrol: Es necesario que los individuos sean dueños de sus actos y que mediten sus decisiones. Así, cuando una persona no sabe qué decidir, decide lo que le pide el cuerpo, que normalmente no es lo que le conviene.

-          Estilo cognitivo

-          Locus de control: Dónde se localiza el control de nuestras vidas. Localizan la causa de sus problemas fuera de sí mismos (entorno, familia, etc). Creen que no tiene capacidad de controlar la situación porque esa capacidad está en manos de otros. Otras veces, los estudiados no eran capaces de localizar bien la fuente del problema.

-          Percepción Social: Mantenían una carencia a la hora de percibir su entorno social.

-          Empatía: La capacidad de empatía era nula

-          Habilidades para la resolución de problemas interpersonales: Tenían dificultades para tomar conciencia del problema, tenían un bajo desarrollo de pensamiento alternativo, son incapaces de poner en relación los medios y los fines, no son capaces de tener un pensamiento consecuente, y tenían dificultades a la hora de elaborar un pensamiento sobre las causas-efectos sociales, es decir, no son capaces de ver cuáles son las causas y los efectos sociales.

Por otro lado, estos autores hicieron un estudio de los programas que funcionaban, y señalaron como rasgos positivos los siguientes:
-          Los tipos de técnicas de intervención aplicadas
-          El perfil de los profesionales
-          Las relaciones entre los profesionales y los individuos que siguen el problema
-          El grado en el que se atendían los factores sociales y económicos del sujeto (necesario para poder intervenir)
-          La intensidad y duración del programa.

En definitiva, las nuevas formas de intervención no desprecian la atención a todo lo relacionado con la situación económica, escolar, laboral, etc del sujeto, sino que se piensa que hay que complementarla con la incidencia directa en los factores cognitivos del individuo, cosa con lo que estoy de acuerdo.
Así, podemos decir, que los nuevos modelos de intervención se materializan en dos programas, que Denman divide en:
-          Currículum correccional: un programa de aplicación intensiva, cuyo núcleo de incidencia son las habilidades cognitivas para la resolución de problemas interpersonales
-          Currículum compensatorio: un programa de aplicación extensiva en el que se atiende a la situación social del individuo.

De esta manera, las reformulaciones recientes añaden factores sociales que se han revelado como efectivos a la hora de reducir la desadaptación social (acompañados del trabajo directo sobre habilidades cognitivas), entre los que encontramos:

Por último, si me detengo a reflexionar sobre cómo creo que los educadores sociales debemos intervenir con individuos desadaptados, tendré que indicar que desde mi punto de vista, hemos de tener en cuenta factores sociales acompañándolos del trabajo directo sobre habilidades cognitivas. De esta manera, pienso que entre las funciones del educador social a la hora de intervenir con desadaptados sociales encontramos: cambiar las actitudes y los sentimientos antisociales, promover el afecto y la comunicación en el seno familiar, promover la identificación o asociación con modelos prosociales y las habilidades prosociales, valorar los resultados de las conductas adaptadas frente a las conductas desadaptadas, y en definitiva, cambiar otros atributos o circunstancias del sujeto que, mediante un proceso de evaluación individual de sus riesgos y necesidades, han presentado como razonablemente unidas ala conducta conflictiva, y asegurarse de que el sujeto es capaz de reconocer las situaciones de riesgo y de que podrá poner en marcha un plan efectivo para enfrentarse con dichas situaciones.
Sin embargo, creo que tiene que darse una condición necesaria para que el individuo se rehabilite: que el mismo individuo quiera.
Así, en esta entrada me quedo con la frase : “QUIEN QUIERE, PUEDE”.

Aquí os dejo el testimonio de una persona que ejemplo de esto, cuando quiso, pudo recuperarse del consumo de alcohol y drogas con ayuda de la familia y de profesionales.   





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