sábado, 14 de enero de 2012

EPD 5. Sesión 28 de Noviembre. Exposición Grupal.

El 28 de noviembre dieron comienzo las exposiciones de los trabajos grupales que hemos ido elaborando a lo largo de todo el cuatrimestre. “Discapacidad intelectual”, fue uno de los temas elegido por mis compañeros encargados de exponer en dicha sesión.

A continuación, intentaré hacer una breve síntesis del contenido tratado en la clase práctica de este día, y daré mi punto de vista en torno a los temas en cuestión.

Discapacidad intelectual

En primer lugar, se puede definir la discapacidad intelectual como toda ausencia (debido a una deficiencia en aquello perteneciente o relativo al entendimiento) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano, por alteración de sus funciones mentales.
De esta manera, existen distintos tipos de discapacidades intelectuales, entre las que podemos encontrar:

Pulse aquí para ver los tipos de capacidades intelectuales existentes. 


Por otro lado, entre las principales características con las que conviven los discapacitados intelectuales encontramos:
-    Tienen dificultades en su adaptación al medio
-    Por lo general, tienen escasa participación en la vida social, se les atribuyen roles sociales de escasa   importancia, y establecen pocas interacciones sociales.
-    Son infravalorados por la sociedad
-    Son considerados marginados sociales
-    Cuentan con un gran apoyo familiar
-    Son considerados personas “anormales”.

Una vez he delimitado el colectivo, me detendré a reflexionar sobre el mismo.

Si alguna vez habéis tratado con personas que cuentan con algún tipo de discapacidad intelectual, os habréis dado cuenta de todos los tópicos que rodean a este colectivo.

El sentimiento de pena, la visión de que son personas anormales o seres “especiales” (con una connotación negativa), la idea de que todos los discapacitados intelectuales cuentan con las mismas características (por ejemplo, que son cariñosos); o la idea de que hay que sobreprotegerles porque son seres muy vulnerables, apartándoles así de la sociedad, son algunos de los tópicos que encontramos.
Así, aunque la sociedad se ha ocupado de tratar a estos sujetos desde la “pena”, desde una visión de que son “incapaces” de hacer muchas cosas, imponiéndole limitaciones, yo no comparto esa visión, ya que creo que:

Pulse aquí para ver mi pensamiento al respecto.

Por otro lado, desde la perspectiva del educador social, pienso que el educador social a la hora de trabajar con estos sujetos debe:
-    Intentar que los sujetos con los que trabaja se sientan escuchados y comprendidos, y que participen al máximo en las decisiones de su vida. Así, se permitirá el potenciamiento de su grado de decisión y autonomía, y por consiguiente, el aumento de su autoestima.
-    Ser paciente y flexible, e intentar evitar caer en el desánimo y la frustración.
-    Intentar ver las cosas buenas de cada uno de los individuos, pero también, debe enseñarles a aceptar sus errores, y a admitir las críticas.
-    Adaptarse a ellos y potenciar al máximo sus aptitudes.
-    Tener en cuenta su bienestar emocional, e intentar que se sientan satisfechos con lo que hacen, seguros y reconocidos por las personas de su entorno.
-    Buscar la aceptación social de toda la sociedad.

Un ejemplo muy claro de la situación a la que se enfrentan día a día las personas con problemas intelectuales, lo encontramos en la película yo también, en la que Daniel, un joven sevillano de 32 años, es el primer europeo con síndrome de Down que ha obtenido un título universitario. Comienza su vida laboral en la Junta de Andalucía donde conoce a Laura, una compañera de trabajo sin discapacidad aparente. Y se enamora de ella. Cuando la discapacidad deja de ser una barrera, todavía quedan los complejos y los prejuicios que se interponen en el camino hacia el amor. La discapacidad deja paso entonces a nuestra propia incapacidad de amar y ser amados.
Aquí os dejo el tráiler de la película para invitaros a reflexionar al respecto.




Por último, me gustaría destacar el hecho de que aunque cada vez hay más programas destinados a la inserción de estos individuos en la sociedad, y aunque cada vez se les facilita más la incorporación al mercado laboral, desde mi punto de vista, queda mucho por trabajar. Además, creo, que si el pensamiento social respecto a este colectivo no cambia, será difícil su progreso.
No olvidéis, que “LA MAYOR DISCAPACIDAD, ES NO DARSE CUENTA DE TODOS SOMOS IGUALES”

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